Maestros urbanos desconocen a nuevo
director distrital de educación
La designación del
nuevo distrital de educación, repercutió en duras quejas de los maestros
urbanos que desconocieron a la autoridad en educación y se apostaron en la puerta del Teatro Teófilo
Vargas, con carteles que decían: “no más imposiciones de directores”, en
respuesta a una supuesta designación política de la autoridad, que fue apoyada
por la el partido oficialista.
El ejecutivo del
sindicato de maestros urbanos de Quillacollo, Rodolfo Medrano, expresó el
descontento del sector y explicó que el proceso de calificación de los
postulantes al cargo se mantuvo en la
más estricta reserva y sólo se les hizo conocer que la máxima calificación la
obtuvo el profesor Ricardo Galvis Coca.
Días anteriores a la
posesión el profesor y ex dirigente del magisterio, Harry Mondaca, denunció
que, ocasionalmente Ricardo Glavis y William Mercado, dos maestros afines al
Movimiento Al Socialismo (MAS) y ex
adenistas, obtuvieron calificaciones
menores a la de la maestra Rosa Urquidi, quien habría obtenido el primer lugar
en una compulsa, de la que no participaron los representantes del magisterio.
Al respecto,
Medrano, recordó que por años, las designaciones de los distritales de educación
“siempre se manejaron de manera política y esta no es la excepción”,
puntualizó.
“La designación de
esta nueva autoridad es una imposición, ni siquiera nos han dejado participar
como veedores del proceso de la compulsa”, señaló Medrano, a tiempo de hacer
conocer que, una asamblea magna de los maestros urbanos “rayará la cancha”
mediante un voto resolutivo de rechazo o aceptación a la nueva autoridad.
Distrital promete ganar un 100 de calificación
Pese al rechazo de los maestros urbanos, Ricardo
Glavis Coca, fue posesionado en su cargo en el teatro Teófilo Vargas, al
promediar las 15:00 horas, en un acto público, donde prometió trabajar por la
educación en Quillacollo.
“No pienso
aplazarme, pienso aprobar con 100”, dijo
Glavis en ocasión de manifestar que ejercerá una administración de puertas
abiertas y con líneas claras del trabajo que pretende desempeñar; por cuanto llamó a los maestros a “rayar la cancha”.
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