25 de noviembre de 2011

QUILLACOLLO


Inés Patiño Robles de 22 años de edad, engaña con su apariencia
Encantadora jovencita roba a incautos dueños de casa

La jovencita, que responde al nombre de Inés Patiño fue reconocida por algunos dueños de casa que fueron víctimas de hurto, luego de que la misma ingresase a sus domicilios en calidad de trabajadora del hogar y/o niñera, logrando en poco tiempo la confianza de sus empleadores. Al presente, Inés habría logrado extraer joyas y dinero en efectivo valuado en $us. 5 mil en viviendas del Cercado y Quillacollo.

El modus operandi de la joven, la califica como una hábil e inteligente ladrona que en sólo horas, logra detectar joyas de gran valor al igual que dinero en efectivo, para sustraerlo.

La excusa utilizada por la joven para fugarse sin que nadie se percate es: “tengo que hacer una llamada al exterior, tengo que hablar con mi familia, voy a avisararles que ya tengo trabajo”.

Los dueños incautos, no dudando de su buena fe por trabajar y cautivados por su apariencia, ni siquiera solicitaban referencias de trabajo y la contrataban de inmediato.
 

Colcapirhua: un maestro denunciado por “manoseo” a sus alumnas
Un caso de abuso deshonesto alerta a padres de familia
leny Choque
lenysusanchoquegmail.com

FELCC
“El denunciado trata de echar por tierra las declaraciones de sus alumnas, arguyendo venganza de ellas, supuestamente por faltar a clases, cuando las investigaciones develan que las niñas no tienen afinidad dentro el curso”. Cnl. Marco Miranda FELCC Quillacollo

ABUSO DESHONESTO
El que en las mismas circunstancias del artículo 308 realizara actos libidinosos no constitutivos del acceso carnal. Código Penal de Bolivia (Art. 312)

Por temor a sufrir represalias, 10 niñas de un establecimiento educativo de Colcapirhua, callaron la tortura a la que eran expuestas cuando su profesor de música las “manoseaba” libidinosamente. El sujeto, con iniciales F.S.V. (60), fue detenido a las 11:00 del lunes 14 de noviembre, luego de que un padre de familia escuchase, casualmente, a algunas de la menores contando lo sucedido.

Tras la alerta del padre de familia, la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de Colcapirhua recogió las declaraciones de 10 niñas que habían sido objeto de abuso deshonesto por parte del maestro desde hace un tiempo. Atemorizadas por el carácter dominante y agresivo del maestro, las niñas de entre nueve y 10 años callaron lo sucedido e incluso temerosas, se atrevieron a denunciar a su maestro.

Según las declaraciones, el maestro “en diferentes oportunidades, aprovechó para hacer toques impúdicos a las menores, dijo el Cnl. Marco Miranda, director de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC).
 


El maestro negó las denuncias de sus alumnas
“Es una venganza, porque no entraban a clases”

“Esas alumnas se salían de clases, no tenían cuadernos y cuando me daba la vuelta desaparecían”, justificó el maestro y calificó aquella actitud como una “venganza que las alumnas tramaron” contra él.

Según el maestro F.S., con 27 años de experiencia dictando clases y 20 años ofreciendo sus servicios en Colcapirhua, su conducta fue intachable. “Desde el primer trimestre –esas alumnas– tienen falta, hice mi queja a la dirección, me quejé de que no entraban a clases y quería renunciar, pero la directora me dijo que les pusiera nota y las aprobé con 36.

El segundo trimestre igual está con 37”, explicó Serrudo, a tiempo de manifestar que ni siquiera sus colegas tienen quejas de él. Según Serrudo: “Nunca toqué a las niñas, lo que más bien hacía era decirles a los otros alumnos que, se encierren en el curso y que no las dejen entrar, mientras yo iba y me quejaba en la dirección”, dijo el maestro.

PROCESO DE SANCIÓN A PROFESORES
El Reglamento de Sanciones del escalafón establece, primero, un sumario investigativo con todos los involucrados y la suspensión del maestro. De comprobarse la denuncia, se instaura un proceso administrativo en contra del profesor y se procede a su destitución definitiva del magisterio. Luego, el caso pasa a la Fiscalía, donde se investiga la denuncia y se procede a un juicio en la vía penal por el delito de abuso deshonesto.


Enfoque psicológico
Las denuncias de violencia sexual deben ser manejadas con mucho cuidado, tino y paciencia, porque, aunque fuese una denuncia verdadera o falsa, esta afectará y cambiará la vida del denunciante y del denunciado. En estos tiempos, estamos viviendo una distorsión de la información de lo que conocemos como prevención.

Las instituciones de protección a víctimas de violencia buscan prevenir a la población para evitar los abusos sexuales, pero contrariamente a ello, se ha logrado alarmar a la población, especialmente a las mujeres jóvenes, adolescentes y niñas. Esta situación está generando más de una dificultad, porque lo que antes era una simple expresión de cariño, un abrazo por ejemplo, ahora es visto como una señal de acoso sexual o lo que legalmente se ha tipificado como, abuso deshonesto. Lo que se ha logrado es que, las niñas y adolescentes no puedan distinguir a un verdadero acosador, de una persona sana.

Se ha generado bastante confusión al respecto. Decimos que hay que tomar las cosas con calma porque, al encarar una denuncia, vivir un proceso legal y buscar una sentencia, lo que se genera es una situación de malestar, un verdadero infierno para la niña o niño. Especialmente en los casos de abuso deshonesto, lo que conocemos comúnmente como “manoseado”, el entorno de la víctima, ya no dirá, “le ha tocado”, en realidad distorsionarán y dirán “le ha violado”. Entonces, la víctima o probable víctima, es estigmatizada como “la violada”. Es en ese estigma que se desencadena el verdadero trauma psicológico de la situación vivida, haciendo más difícil la recuperación o superación del trauma.

El pilar fundamental para enfrentar estas situaciones es la sabiduría, reserva y calma de los padres y maestros, son ellos los que deben guiar las cosas por buen camino y no optar por el camino del escándalo.

En cuanto al agresor, hasta ahora no se ha logrado identificar con claridad un perfil del agresor sexual, estas personas pueden ser muy anormales, como muy normales; muy reservados, como muy extrovertidos, es decir, sólo un estudio psicológico pericial puede determinar si esa persona tiene o no tendencias pedófilas, o de agresor sexual. En algunos casos, con una terapia psicológica bien enfocada, se pueden modificar esos parámetros conductuales.

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