22 de diciembre de 2011

EDITORIAL


Necesidad de una ley de imprenta actualizada
Desde hace tiempo, el periodismo bolivianoenfrenta un dilema para la actualizaciónde la Ley de Imprenta de 1925.La relación perversa entre el sistema político y el periodismoboliviano ha sido superada parcialmente alentrar en vigencia la nueva Constitución Política delEstado.

Cada iniciativa política para modificar la Ley deImprenta fue satanizada por las organizaciones nacionalesde los periodistas y en varias oportunidades,sus autores fueron derrotados, como en el caso delproyecto de la “ley mordaza” de Mario RolónAnaya.

Después de un período relativamente breve,el periodismo asumió dos posturas sobre el tema encuestión; unos por la necesidad de actualizar la leyvigente y otros, por una defensaintransigente e invariable de lospostulados de la misma.Sin embargo, no hubo avancesen la consecución de dichoobjetivo hasta el presente, porquesus propugnadores quedaron enel camino, mientras que el Presidentedel Estado plurinacionalaboga por su adecuación a lanueva Constitución Política del Estado.

En la recientecumbre social efectuada en la ciudad de Cochabamba,los movimientos sociales incorporaron enla agenda de comunicación, estableciendo la necesidadde contar con una nueva normativa en el rubro.Las organizaciones nacionales de los medios decomunicación social y los periodistas asalariados noasistieron a la cumbre convocada por el gobiernonacional, explicando sus razones y los fundamentosde sus sectores.

Antonio Vargas, fiscal de la Asociaciónde Periodistas de La Paz, salió al frente de lainiciativa de los movimientos sociales, con un rechazototal y descalificación social y política de suspropugnadores.Desde una dimensión real y objetiva, sin apasionamientosy excesivo subjetivismo, existe la necesidadde abordar la temática en un ambiente derespeto y democrático. De común acuerdo entre elsistema político y los gremios de los periodistas bolivianos,se impone la necesidad de trabajar en la actualizaciónde la Ley de Imprenta, en concordanciacon los fundamentos de la Constitución vigente.

Cabe aclarar, la Ley de Imprenta de 1925 contienefundamentos valiosos para el ejercicio de unperiodismo boliviano, como la inviolabilidad del secretode prensa, la responsabilidad sucesiva de losautores por la comisión de delitos de imprenta y susnormas procesales, en concordancia con el debidoproceso y el derecho a la defensa.En cambio, varias normas procesales han sidoderogadas por la Disposición Sexta Final del Códigode Procedimiento Penal, motivo por el cual, noes sustentable ni viable el tribunalde imprenta en Bolivia.

Al parecer,el periodismo boliviano no aceptaese extremo, porque sigue defendiendocon tenacidad y fortalezaen todos los ámbitos.La justicia ordinaria no reconocefueros, privilegios procesalesni comisiones especiales para eljuzgamientos de los delitos de imprenta;lo mismo la Ley del Racismo y toda forma dediscriminación y otras disposiciones vigentes. En Cochabamba,dos casos de imprenta han sido derivadosal conocimiento de los tribunales penalesordinarios para su juzgamiento.

En consecuencia, las organizaciones nacionalesde los trabajadores de la prensa y las demás entidadesde propietarios de medios de comunicación socialdeben convenir en abordar el tema, sin temoresni ansiedades. EL TUNARI comparte la posiciónasumida por el Colegio de Comunicadores Socialesde Cochabamba sobre la necesidad de contar conuna nueva normativa sobre la materia.La Ley de Imprenta debe ser actualizada en sucontenido y en su alcance --dice el comunicado--;empero mientras esté vigente debe ser aplicadacomo corresponde por Ley.







La waquita, el migrante y el paisano
El Puriskiri .
Waldo Alvarado, docente universitario

El tipo está sentado bajo el molle, ocultándose deljodido sol de esta primavera intensa. No se ve una solanube que refleje al menos la esperanza de algunasgotas de lluvia por la tarde. Lleva puesto un sombrerode paisano y, a pesar de lo desaliñado, su ropa es dediseñador, en la mano derecha un reloj que parece réplica,que si los maleantes nuestros de cada día supierancuánto vale, le amputarían la mano para quitárselo.

Está sentado debajo del molle, sudando, cansado,insolado, quemado. En suma, está hecho mierda, poreso tiene más pinta de paisano –lo es–. A simple vistano vale un centavo.Está sentado bajo el molle, reflexionando quécoños está haciendo ahí, mientras su familia en Palmade Mallorca está viendo videos en una pantalla planay disfrutando de comida gourmet cerca del calor deuna chimenea.De lejos, jadeando, con su carita de niño de cobre,quemado por el sol, llega su hermano menor y le grita.Hemos caminado como pelotudos toda la mañana,allá al frente de la playa de ganado hay un mataderoclandestino donde pueden matar y desollar a la terneradespués del mediodía.

Se dicen a ellos mismos ¡Qué opas que somos!¿Y quién es él que va a matar a la ternera? Puesnada más ni menos que el mismo hijo de puta que noquiso derribarla en el matadero de la Alcaldía porquela vaquita es muy tierna. Cómo cambian las cosas deun momento a otro. No importa, hay que esperar parallevar la carne de la ternera porque los hermanos y lossobrinos saben que en la tarde hay parrillada de “terneralight” ofrecida en honor del recién llegado de España.

Todos los invitados vienen con un motivo especial,dar la bienvenida y felicitar al visitante por su participaciónen un programa de televisión donde pudodemostrar su sapiencia en cirugía mínimamente invasivaa la teleaudiencia cochabambina.

El hombre esuna eminencia en España y es motivo de orgullo parasu familia.Mientras llega la hora, se sientan los dos debajodel molle, la ternera está al lado de ellos, los ha seguidotoda la mañana y los mira con pena vacuna.

Se les acerca un paisano de tierra adentro, los miracon lástima y les dice en el mejor quechuañol quepuede. Tatitusniy en cuanto me lo venden la waquita.

El puriskiri, camina por todo lado y está en todas partes.A partir ahora quiere relatar algunas anécdotas de migrantescochabambinos. Sabe que no debe mencionarnombres y, en la mayoría de los casos, el hecho que motivóel relato estará acompañado de una buena dosis de fantasía.




Te acordás hermano “qué tiempos aquellos”
Hilda Goyochea Mérida
Comunicadora Social

Esa es la frase que sin duda nos recuerda a la inmortal voz e imagende Raúl Cardona Salazar, un radialista con más de 55 años de trabajo enradio y también en la televisión.Orureño que a sus 81 años nos dejo un 23 de noviembre del año 2011debido a un paro pulmonar que segó la vida de este icono de la radio y latelevisión cochabambina. Profundo vacío quedó en los medios de comunicación,los cuales ya no tendrán su fin de semana de recuerdos con tangos,boleros, valses y el infaltable folklore boliviano.

Su voz llegó a convertirse en sinónimo de romanticismo en Cochabambagracias a su programa de música del recuerdo “El Club de la ViejaOla” que se difundía los domingos por Radio Centro y gracias a su inquietudlogró que este programa diera el salto de la radio a la televisiónofreciendo a los televidentes un recorrido por los tangos, boleros, baladasy el folklore boliviano creando así “Qué Tiempos Aquellos”, programatelevisivo de casi 20 años el cual cautivó a la gente a nivel nacional a travésde la red Bolivisión y que en la actualidad se difundía por el canalTele C.

Sin embargo su labor fue reconocida en vida, siendo condecorado porel Senado y recibiendo los premios Maya (La Paz), Teófilo Vargas y reconocidocomo ciudadano meritorio en el bicentenario de Cochabambaentre otros.La radio y la televisión se quedaron sin uno de los más apasionadosamantes de la música, y una voz que acompañó a varias generaciones queesperaban ansiosos los fines de semana escuchar o ver cómo presentabay demostraba su amplio conocimiento en cuanto a canciones, autores ointérpretes, muchos de los cuales fueron entrevistados o presentados porél, a lo largo de más de medio siglo de trabajo en los medios de comunicación.

Raúl Cardona tiene entre otros el mérito de haber trabajado por el gremiode los radialistas junto a Hugo Moudie, su amigo inseparable comotambién Víctor Aguilar, Oscar García, René Salinas y claro José Oropezade los Llanos.

Gracias a Raúl fue posible la primera conferencia de trabajadoresde radio, congreso que se realizó en Cochabamba y posteriormenteLa Paz, consolidando de esta manera la existencia de la primeraFederación de Trabajadores en Radio y Televisión.El semanario “El Tunari” rinde su homenaje al icono de la radio y televisiónRaúl Cardona Salazar.

 

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