10 de noviembre de 2011

CULTURA


El sabio francés Alcide d’Orbigny en Bolivia
Edilzon Pereira F.
Lic. en Turismo

Francia envió naturalistas hacia todo el mundo. El Museo de Historia Natural de París escogió a un brillante joven de 24 años: Alcide d'Orbigny quien fuera entrenado por varios expertos, incluyendo al alemán Alexander von Humboldt.

Entre 1826 y 1834, el sabio naturalista Alcide d’Orbigny recorrió varios países de América del Sur, concretamente Brasil, Uruguay, Paraguay, Argentina, Chile, Perú y Bolivia, con la misión de describir todos los recursos naturales y culturales de estos países y además, de su historia y geografía. Corría el año 1830; en la ciudad de La Paz, mientras preparaba su viaje al interior de Bolivia, d’Orbigny recibió una carta del presidente de Bolivia, Andrés de Santa Cruz, en la cual esta autoridad le ofrecía ayuda económica y varios hombres, d’Orbigny aceptó solamente la ayuda de dos de ellos –ya tenía con él un preparador y un dibujante franceses– uno de los bolivianos era experto en lenguas, aymara y quechua, aprovechando además la ocasión para explicar al Presidente los principales sitios a visitar: “El viaje que trato de hacer (…) es de los Yungas, a Cochabamba, y después seguir mis investigaciones en las provincias de Moxos (Beni) y Chiquitos (Santa Cruz) hasta la frontera de los brasileros (...)”. Claro que además viajó por Chuquisaca, Potosí y Oruro, además del departamento de La Paz.

Después de haber recorrido y estudiado durante más de dos meses las actuales provincias de Sud Yungas e Inquisivi de La Paz, el sabio ingresó a la provincia Ayopaya en el departamento de Cochabamba, pasó por Morochata e ingresó con su caravana al hermoso Vallegrande de San Ildefonso de Quillacollo por la quebrada de Llave Grande, a pocos kilómetros de distancia del Pico Tunari.

El sabio francés describe así su entrada por Quillacollo: “(…) el 24 de septiembre, atravesé inmensos campos de trigo y maíz (...) al lado de numerosas huertas de durazneros, olivos, higueras y sauces, presentando en conjunto el aspecto de nuestra Provenza (Francia). Llegué así (…) hasta el gran poblado de Quillacollo, cabeza de provincia y el más poblado del valle. Es muy extenso y cada casa está rodeada de jardines y cercos (…)” En cuanto al tipo de viviendas, d’Orbigny las describe de este modo: “los campos están por todas partes, cubiertos de pequeñas cabañas de tierra (…) que ocupan los indios; cabañas idénticas a las que los primeros aventureros encontraron en esta parte del nuevo mundo y cuya forma redondeada en cúpula y la abertura única (puerta) dan a la campiña un sello muy especial (...)”

Según Martín Cárdenas, “(…) ningún explorador extranjero o boliviano, ha recorrido en más de tres años, todo lo más bello, rico y peligrosamente inaccesible de nuestro accidentado territorio (...)” Basta con que Martín Cárdenas levante el nombre de Alcide d’Orbigny, para investiguemos la vida y obra de estos dos científicos y de muchos otros que como Tadeo Haenke estuvieron en Cochabamba y contribuyeron a la ciencia y al desarrollo del país. A partir de este artículo tendremos sumo agrado en aportar con un grano de arena al conocimiento y descubrimiento de la Bolivia profunda.


“Teatro Trono” arte de barricada
Ellos están con nosotros bajo nuestra piel. Nos producen desde deliciosos comezones en el alma, hasta la salida en astral, hasta la eclosión de muchas miserias nuestras. Las voces de las candilejas hablan así: “Del trono a la calle”

TEATRALIZANDO LAS PLAZAS.
Desde hace mucho tiempo el teatro en Cochabamba se ha visto afectado por la falta de espacios para poder difundir una propuesta artística, ya que los pocos teatros que existen se los utilizan exclusivamente para agrupaciones folklóricas, sin llegar a tener un “teatro” para hacer teatro, y los teatreros tienen que buscar otros espacios alternativos, más reducidos y un público más selecto.

El teatro nuestro es diferente. El Teatro Trono como ya algunos sabrán su historia, allá por 1989 en La Paz, en el que niños recluidos del centro de terapia varones salieron a la cabeza de Iván Nogales, quien empezó a hacer teatro en la calle como una forma de sobrevivencia, con esta insignia fueron a muchos lugares y países llegando a las Europa’s. Desde los 90’s empezó a crecer el grupo así como las ramas artísticas y empieza a darse fuerza a COMPA Comunidad de Productores en Artes empezando a trabajar en prevención con niños y jóvenes de la ciudad de El Alto.

En el nuevo milenio se empieza a extender el espíritu y la forma de trabajo a Santa Cruz y Cochabamba. El año 2007 nació COMPA Cochabamba que, con Miguel y otros compañeros decidieron establecer en Colcapirhua una casa cultural para jóvenes y niños con una premisa, trabajar con jóvenes y niños y adolescentes, cuidando el medioambiente, jóvenes líderes con identidad, todo impulsado con propuestas artísticas. Se tiene como día de creación el 11 de enero de 2007, fecha muy dolorosa para los cochabambinos.
En 2009 se venía lo más difícil, al haberse cumplido algunos objetivos del inicio, llegamos a quedarnos sin una casa de ensayos y reuniones, sin presupuesto, teníamos dos opciones: dejar todo como una linda experiencia o empezar sin ninguna ayuda económica y llegar a fortalecer el grupo de teatro y poder de esta forma ofertar nuestra propuesta artística y así autosostenernos económicamente (…) escogimos la segunda alternativa, hacer nuestras actividades autosostenibles.

Para muchos amigos artistas, lo que hacíamos era algo colegial y no tardaríamos en aburrirnos y dejarlo, ya han pasado más de cuatro años y nos hemos sobrefortalecido de sobremanera, demostrando al público que estamos presente como jóvenes artistas. El Trono de Cochabamba está listo para el reto de actuar y llevar nuestro modesto espectáculo a personas que no tienen la facilidad de ir a un teatro. Hacemos un teatro posible, por lo que creemos en la creatividad de los jóvenes, tanto en la elaboración de sus obras como en su vestuario, utilizando material reciclado, que para muchos no sirve, pero las botellas, los bidones, ropa que no se puede transformar y material que no se puede reutilizar, nosotros los usamos en nuestras obras de teatro En 2009 empezamos a hacer percusión con objetos de reciclaje, botellas, latas y todo lo que podíamos tocar, luego nos hicimos bombos con turriles, cueros y cuerdas.

Ahora contamos con una tropa de instrumentos profesionales de murga, con los que este último año, nos hemos posesionado como animadores culturales, con una propuesta distinta, alegre y festiva, consolidándonos con nuestras actuaciones que realizamos con la murga con zancos, lanzas de fuego, swing, llevamos nuestra música a festividades barriales, ferias culturales, caravanas, campañas y un sin fin de lugares.  


Sendero de dudas
René Rivera Miranda es un cometa literario donde su retorno desde sus misteriosos recorridos por el mundo de la palabra lo realiza cargando en su vaporosa cabellera, frutos germinados de un frondoso árbol alimentado por una fuente con forma de corazón.

Los poemas entretejidos con la maestría de un prestidigitador, danzan sobre un jardín florido reverberando sobre un jardín acuático donde las iridiscencias propias de la luz reflectada sobre todas las dudas posibles que agobian a los espíritus humanos hasta la locura, quienes transformados en poetas, quienes con los ojos azorados contemplan su generación y la muerte, crucificados en enigmáticos signos de interrogación dirigiéndose en extraña procesión hacia las llanuras amarillentas de la obra “Sendero de Dudas”, poemario que será entregado en ocasión de la Feria Internacional del Libro el día sábado 5 a horas 18ºº en el salón Werner Gutenttag.



LITERATURA Y VIDA
Roberto Ágreda Maldonado


¿Puede existir formación integral sin educación literaria? Ésta es la interrogante que he pensado para discurrir este ensayo. La respuesta. No puede haber educación o cualquier proceso formativo sin libros, poesías, cuentos, novelas y ensayos. Estos productos humanos se hallan en los libros. La producción artística en sus diversas manifestaciones, está en relación a la producción literaria. La educación literaria forma parte de la formación integral del ser humano.

La literatura es una realidad, es una mentira que hace llorar, soñar y despertar del letargo que muchas veces nos sumerge los programas no recomendables del cine y del audiovisual. Julián Marías en su libro Literatura y Generaciones (1975) ha escrito un ensayo titulado: El lugar de la literatura en la educación, en cuyo trabajo afirma: “La Literatura es el vehículo de nuestro futuro” (Marías 1975:191). Más adelante, este autor, amplía su comprensión de la producción intelectual: “La Literatura es condición inexcusable de la imagen del mundo, de la posesión mental de éste, y su ausencia conduce, por muchos conocimientos particulares o técnicos que se acumulen, a una forma de primitivismo” (1975:195).

Y el primitivismo tiene que ver con el subdesarrollo e insuficiente desarrollo de las habilidades mentales como el análisis, síntesis, comparación, inducción, deducción, clasificación y abstracción, lo que es una situación infracuántica humana. También se coincide con Fernando Savater las ideas desarrolladas en su libro reciente La música de las letras (2010), cuando concluye: “Lo más hermoso de la literatura es que constituye una farmacia donde hay remedios para todos nuestros males (salvo la muerte) y tónicos de todo tipo e intensidad. Solo los pedantes desdeñan a la humilde aspirina porque no cura el cáncer…” (2010:51).

Es así, la literatura es el pan de cada día de la cultura. Es la aspirina que alivia dolores del espíritu. Por ello, todo lector que se quiera y ame el tiempo, debe recurrir al libro que le va a satisfacer una necesidad, ese libro puede estar en una biblioteca pública o privada. La educación literaria puede ser comprendida como cultura literaria. Una persona que no tenga cultura literaria no puede leer y menos adquirir una buena obra porque no tiene idea qué autores de los millones que hay en el mundo, pueden contribuir a su formación.

Por lo que para ir disminuyendo el analfabetismo funcional se requiere asistir a las presentaciones de libros; conocer a los clásicos, a los premios Nobel, a los escritores miembros de la Academia de la Lengua Española; a los premios nacionales de poesía, cuento, novela y ensayo, frecuentar amigos que leen y escriben, en fin, hacer más actividad cultural que social. Finalmente, es apostar por la educación literaria.
 

1 comentario:

  1. Felicidades por el trabajo que realizan en beneficio de la población de Quillacollo y de toda Cochabamba.

    ResponderEliminar