Poetas del siglo XIX
Manuel José Cortés (1815-1865)
Adolfo Cáceres Romero
Este singular poeta combatiente, tenía 10 años cuando se fundó la república de Bolivia. Había nacido en Cotagaita, departamento de Potosí, el 10 de abril de 1815.
Cincuenta años después, el 16 de febrero de 1865, falleció en la ciudad de Sucre, dejando una huella profunda con su obra. Se definía como un escritor comprometido con la libertad y el bienestar de su pueblo. Textualmente afirma: “Lo que principalmente he querido es servir a la libertad, porque sé que se puede servirla en verso o en prosa, con la pluma o con la espada, con los hechos o con la palabra”. Y así lo hizo, infatigablemente.
Eran tiempos difíciles los que afrontó. Poeta, abogado e historiador, Manuel José Cortés también descolló en la política ocupando importantes cargos públicos, como: Fiscal General de la República; presidente de la Asamblea Parlamentaria en dos oportunidades: en 1861 y en 1864. Fue encargado de negocios en el Perú; ministro de Culto e Instrucción Pública y consejero de Estado.
En el ámbito educativo, fue cancelario (rector) de la Universidad de San Francisco Xavier. Es el primer historiador de la época republicana, con su Ensayo sobre la Historia de Bolivia, publicado en 1861 y reimpreso 119 años después (1981, gracias al Banco Central de Bolivia y a la Academia Boliviana de Historia. El capítulo 7° “Instrucción Literaria”, se constituye en el primer estudio dedicado a la literatura boliviana. Tiene valiosas apreciaciones sobre los escritores de entonces, que pasaron desapercibidas a los estudiosos de las letras nacionales.
Su obra poética se desarrolla en dos espacios. Por una parte están sus versos combativos, en forma de sátiras. Ignacio Prudencio Bustillo dice de estas composiciones: “Ríe con ellas el lector franca y alegremente. Cuando Cortés se burla de los ministros pedantes y orgullosos, de los periodistas gubernamentales o cuando ríe de los tontos, de las coquetas, de las solteronas, de las suegras, de todos los tipos humanos que se han prestado siempre a la mofa de los poetas, lo hace sin rencor”.
Sus sátiras más difundidas en revistas, periódicos y antologías son: “El periodista y el mono”, “El zorro y el perico ligero”, “Don Cándido el esdrújulo”, “La elecciones” y otras. Veamos un fragmento de las elecciones:
Un diputado pelma y bobarrón
Que muy arrellenado en su sillón,
No sepa formular una moción
O se duerma durante la sesión;
Que el ministro le llame Cicerón,
Aplaudiendo risueño su oración
Y se espante al oír revolución:
Tal es el que conviene a la nación.
El otro espacio poético es más intimista, serio y melancólico, muy propio de los poetas románticos de su tiempo. En tal sentido, encontramos que sus poemas de carácter religioso son los más elaborados, junto con los de tema patriótico y los que se inspiran en el paisaje, como su “Canto a la naturaleza de Bolivia”, que según Marcelino Menéndez y Pelayo es “lo menos endeble” de su producción. Veamos un fragmento de las cuartetas de “Viernes Santo”, poema que corresponde a la última etapa de su vida literaria:
Se renueva del Gólgota la escena,
El suplicio sangriento de la cruz,
Negro recuerdo de la amarga pena
Que padeció Jesús.
Vedle subir el áspero repecho
Con mal seguro y vacilante pie,
Cárdeno el rostro, fatigado el pecho,
Seco el labio de sed.
Vedle clavado en oprobioso leño
Apurando la copa del dolor;
Ved de irritada plebe el torvo ceño;
Escuchad su clamor.
¡Muere Jesús!... Está ya consumado
El sacrificio del divino amor.
Y el humano linaje se ha salvado
Del yugo del error.
Juzgue el lector si este poeta y sus
versos son tan “rematadamente malos”,
como dice el “crítico” Juan Quirós.
El rincón de los lectores
En base a las apreciaciones que nos llegaron, vamos a destacar algunas de las obras que se publicaron en el país durante el año 2011:
En Poesía:
Demo, de Jéssica Freudenthal, es un singular poemario publicado por “Plural Editores”. Según Raúl Zurita: “Jéssica Freundenthal ha sido capaz de reinventar la poesía concreta, dándole una vitalidad, urgencia y, valga la redundancia, concreción que la ortodoxia del concretismo raramente alcanzó”.
Poetas del Oriente Boliviano, selección de Pedro Shimose, uno de los poetas más notables de Bolivia, que ganó el Premio Casa de las Américas de Cuba, en 1972. La presente antología publicada por el “Fondo Editorial del Gobierno Municipal de Santa Cruz de la Sierra”, nos muestra la riqueza poética que emerge de las tierras bajas de Bolivia.
Casa Entreabierta, poemas de Juan Quinteros Soria, ensayista y docente universitario de Literatura. Buen comienzo para un estudioso de la literatura que con “Ediciones Grafisol” nos entrega una amalgama de versos que diseñan su “Casa del Alba” en un plano lúcido que linda con los grafemas; luego sigue con un intimismo que lo aproxima a Eduardo Mitre.
Mujer Eterna, de Iván Prado Sejas, narrador de ciencia y ficción que incursiona con una serie de cantos que no sólo se inspiran en la belleza de la mujer, sino en su desempeño en el hogar, la sociedad y el país, con proyección histórica.
Lullaby, espléndido poemario de Lourdes Saavedra, publicado por Yerba Mala Cartonera. Sus cuatro partes: I. Lullaby, II. En el bosque, III. Réquiem y IV. Sueños Siameses, descorren el sentir de la palabra como clave no sólo del sentimiento poético, sino del ser, ante todo, creación.
En Novela:
Diario Secreto, de Claudio Ferrufino Coqueugniot, novela con la que se adjudicó el Premio Nacional de Novela del presente año, publicada por Alfaguara. A decir de Wilmer Urrelo, uno de los jurados: “Es una novela que se distingue por su planteamiento narrativo (relato fragmentario, irrupción de diversas voces), por la originalidad en el tratamiento del lenguaje (economía retórica, efectos sintácticos).”
La conspiración de los viejos, de Homero Carvalho Oliva, novela publicada por el “Grupo Editorial La Hoguera”, según Claudio Ferrufino: “es uno de esos textos perfectos que dejan al lector satisfecho del desenlace y sin embargo inquieto. Toca las cuerdas íntimas de lo que se considera justo y lo que se sostiene aceptable, mientras por un resquicio de la lógica penetra el exordio de la duda”.
El amor según, de Sebastián Antezana, novela publicada por “El Cuervo Editorial”: en sí es la segunda novela de un autor que comenzó auspiciosamente al haber ganado el X Premio Nacional de Novela, con La toma del manuscrito, en 2008. El amor según, no es una novela de amor al estilo tradicional; su trama policial nos conduce por los resquicios de un amor que emerge de las sombras del misterio, con un estilo de análisis sugestivo de los hechos y sus protagonistas.
Los bandidos en la tierra prometida, de Waldo Barahona Ruiz, novela publicada por el “Grupo Editorial Kipus”, según su autor es una “novela histórica basada en investigaciones y documentos”, siguiendo la huella de dos personajes legendarios del oeste norteamericano: Butch Cassidy y Sundance Kid. Indudablemente que es una buena novela, de fácil lectura, que nos muestra a una Bolivia de comienzos del siglo XX, tras los pasos finales de esos singulares protagonistas.
El Secreto del Conventillo, de Freddy Ayala Vallejos, ganadora del Premio Nacional de Novela “Marcelo Quiroga Santa Cruz”, publicada por la Editorial Serrano Ltda. Su trama simpática y realista nos traslada a la década del 50 de un barrio central de Cochabamba; matizado con un humor fino y delicado, una historia de amor se impone a los prejuicios del medio y sus trajines políticos.
Alicia en el mundo de los hombres, novela de Ada Castellanos de Ríos, publicada por Kipus, es sin duda alguna un maravilloso testimonio de vida; de ahí que en sus páginas se recrea una época prejuiciosa y machista, a través de Alicia, que se hace mujer a fuerza de dolor e ingenio. Ada Castellanos cobró relevancia en los años 70 con su novela Buenos Días señorita.
Las víctimas, tercera edición de la novela de Adolfo Cáceres Romero, publicada por el “Grupo Editorial Kipus”. Se inspira en una historia de amor que nació en un asilo de ancianos, desnudándonos los prejuicios sociales que condenan el derecho que tenemos todos los seres humanos de amar libremente, sea cual sea nuestra edad y condición social. Dramática y singular historia, llena de ternura que se hace inolvidable para el lector.
Octubre Negro, segunda edición en la Editorial Kipus; novela de Adolfo Cáceres Romero que conjunciona la narrativa con la poesía, en base al epitafio del poeta Edmundo Camargo. Según Miguel Lundin: “Esta novela es una causa excelente para ver reflejados en la ficción los miedos y traumas de nuestra vida como bolivianos y estoy casi seguro que con el tiempo esta novela se convertirá en una narración clásica dentro de la historia hispana”.
El Charanguista de Boquerón, de Adolfo Cáceres Romero, novela galardonada con el Premio Nacional de Novela “Marcelo Quiroga Santa Cruz” 2010, que circula en su segunda edición, publicada por el “Grupo Editorial Kipus”. Antiguerrista, intensa y original visión de la Guerra del Chaco y de los defensores del fortín Boquerón.
El escritor argentino Adolfo Colombres dice de ella: “No es algo frecuente que hacia el final de su carrera literaria un autor nos sorprenda con una obra cuya fuerza narrativa supere con holgura su anterior producción”.
En Cuento:
Cuentos en el Exilio, de Víctor Montoya, narrador boliviano que reside en Suecia. Esta segunda edición fue publicada por el “Grupo Editorial Kipus”. La fuerza narrativa de este autor hace que sus cuentos se tornen catárticos, para dejar meditando al lector sobre los entramados vericuetos de la vida; la violencia política es uno de sus ingredientes; sin embargo, realismo y fantasía resaltan en sus temas que llevan un sello popular.
Ukhumanta –Desde lo más profundo –, cuentos de Waldo Barahona Ruiz, inspirados en la rica tierra de los Chichas, publicados en segunda edición por el “Grupo Editorial Kipus”. Ukhumanta es un libro grato para todo lector, no sólo por su temática, sino porque está escrito con una devoción única por hacer que, tanto los fastos históricos de la Guerra de la Independencia, como la visión de las minas del sur, se perpetúen en la memoria de nuestro pueblo.
Cuentos y Cuentos, antología de Carlos Rimassa, que selecciona los cuentos de los componentes del grupo editor “Escritores Unidos”, que junto con el “Grupo Editor Kipus”, salió a la venta en la última Feria del Libro de Cochabamba. Dieciocho cuentos de diferente temática muestran la calidad de sus componentes.
Entre Ángeles y Golpes, de Adolfo Cáceres Romero, libro de cuentos galardonado con el Premio “Franz Tamayo” de la H. Alcaldía Municipal de La Paz, en 1982. Esta segunda edición salió con el “Grupo Editorial Kipus”. Treinta y un cuentos, divididos en tres partes, van desde la realidad concreta a la fantasía mítica, llenando el ciclo inicial de su autor. Muchos de estos cuentos fueron antologados, dentro y fuera del país, siendo traducidos a otros idiomas, como: el inglés, francés, alemán, noruego, japonés y croata.
El último khipukamayu, cuento de Adolfo Cáceres Romero que mereció el Premio Nacional de Cuento “Adela Zamudio” (2010). Erich Fisbach, dice de él: “Ambientado en los últimos años del siglo XVI, este magnífico cuento relata la resistencia de un pueblo que no se resigna a la sumisión ni a la pérdida de su libertad de expresión”.
En Ensayo:
Ensayos escogidos 1976-2010, de Luis H. Antezana, publicado por “Plural Editores”, nos brinda el trabajo de más o menos 35 años de uno de los críticos más destacados en los últimos años. A decir de Mauricio Souza: “En su conjunto son textos que dejan entrever el diseño de una práctica, de una ética de la crítica, una de las más lúcidas en influyentes de nuestra tradición”.
Manual Práctico de Lectura y Redacción, de Adolfo Cáceres Romero, que en su octava edición fue publicado por “Fe de Erratas Editorial” y “Grupo Editorial Kipus”. Se constituye en el texto más útil para cualquier estudiante e intelectual que procura plasmar en forma escrita sus ideas e investigaciones. En la presente versión el autor ha añadido tópicos relacionados con la lectura de obras de ficción, como poemas de difícil factura, al igual que cuentos y novelas de estructura moderna; asimismo, tiene una amplia batería de ejercicios de análisis sintáctico y morfológico. Su método de redacción es bastante efectivo y fácil de asimilar.
Reflexiones Sobre el Ch’iki
Por: José Ronald del Barco Alcocer
Así nomás se me ocurrió reflexionar sobre virtudes y defectos, cosa muy tratada por la Iglesia y traducida en su propio listado de pecados, mandamientos y liturgias, sin pretender ser un Santuk’utu pensé en tocar algunos de estos recursos para hacer mi autoevaluación de fin de año, pero de una manera que no me haga sentir mal, es que es difícil mirarse al espejo sin encontrar un montón de fallas, algunas chiquitas y otras de la talla de San Andrés; el método es sencillo y bien conocido por todos los cochabambinos, echarle la culpa a otro, entonces convertí la Culpa en culpable y la culpable Culpa convocó a una carrera de virtudes y defectos a desarrollarse en mi vida, se alistaron muchas virtudes y defectos, arrancaron primero la Duda el Miedo y el Prejuicio; la Timidez alentaba a la Depresión; la Alegría disputaba el segundo lugar con el Desconsuelo, el Pesimismo quedó al último junto a la Locura; la Curiosidad y la Razón iniciaron a paso lento pero seguro, dejando distraída a la Envidia (encargada de confundir al Éxito); la Honestidad, el Respeto, la Solidaridad, la Amistad y el Humor hicieron equipo junto a la Valentía que rompía el viento a proa; la Hipocresía y la Prepotencia se aliaron con la Mentira y el Rencor, –equipo poderoso y de gran trayectoria en las competencias cochabambinas–, asistidas con agüita por el Orgullo y la Vanidad. La carrera fue dura, hubo pugna particular entre la Codicia y la Generosidad; la Gula hizo un pacto de unidad con la Pereza y la Soberbia para enfrentar a la Consecuencia y la Dignidad (ensimismadas en su crisis existencial e ideológica).
La Templanza superó a la Duda y esto permitió que se pierda el Miedo y se recuperen la Esperanza y la Razón; la Envidia quedó atrás por colgarse del cuello a la Soberbia, confundiéndola con el Éxito, gracias a la oportuna intervención de la Humildad… la carrera continúa, seguramente terminará con el aire que se lleve el último suspiro de mi vida, y confío en que las virtudes ganen, pero nunca se sabe, la Culpa es la culpable; lo único cierto es que el Amor llegó tarde a la carrera, por andar boludeando (la Boludez es una condición complementaria: si va con la Razón es defecto y si va con el Amor es virtud), y se encontró con el Delirio y el Placer que peleaban los besos de la Belleza, surgió el Consenso y decidieron irse de parranda, abandonar la carrera y conformar un cuarteto de música criolla llamado “La Felicidad” en honor a esa señora difícil de saber si está o no; la Felicidad no cuadra en esta competencia porque no es virtud ni defecto, es el sincero deseo de su atento servidor, “Feliz Año Nuevo”.
Felicitaciones, por su página cultural,genial que Adolfo Caceres R. sea uno de los colaboradores. Traten dwe que el peridico se distribuja en el eje troncal.
ResponderEliminarUn saludo
Waldo Barahona
Escritor