Conflictos limítrofes: jaque a la unidad de la provincia
Bloqueo \\\ en la avenida Blanco Galindo, por conflictos de límites entre Colcapirhua y Tiquipaya. |
Quillacollo tiene conflictos con todos sus vecinos
Quillacollo mantiene conflictos limítrofes con todos los municipios colindantes. Con Vinto es el conflicto que más dolores de cabeza ha causado a las autoridades quillacolleñas. Las comunidades de Chulla y Cota oeste son reclamadas por ambos municipios, por lo que se ha organizado una comisión para zanjar este problema, con las autoridades de ambos municipios, historiadores y pobladores de las zonas.
Vinto quiere sanear sus límites
Vinto, además de tener conflictos limítrofes con el municipio de Quillacollo, también mantiene un litigio con el municipio de Sipe Sipe, por terrenos agrícolas que están siendo loteados. Ya comenzaron las reuniones de conciliación, y se espera que para el próximo año puedan definirse los límites entre ambos municipios.
Colcapirhua es la sección más pequeña
El municipio de los “mank´allutas”, es el municipio más pequeño de toda la provincia de Quillacollo, y sería aún más pequeño si es que Tiquipaya le quita las cerca de 30 hectáreas que ambos municipios mantienen en disputa. Las zonas pertenecen a la OTB Cuatro Esquinas, donde el alcalde Raúl Garabito, fue golpeado por comunarios.
El municipio de Tiquipaya, que atraviesa un conflicto con su vecino del sur, Colcapirhua, tiene avanzadas gestiones con sus pares del norte, donde, incluso, ya se han consensuado límites. En este sentido, Maceda sostuvo que “se ha trabajado consensuada y conscientemente con los municipios de Ayopaya, Morochata y Colomi, donde las comisiones han llegado a acuerdos sobre los límites. Con estos tres municipios, ya se tiene definidos los límites” precisó, aunque también aseguró que “falta trabajar con varios municipios, con Cercado falta conciliar; con Quillacollo hay nulidad de obrados; con Sacaba se paró el proceso y ahora resta ir a la conciliación”.
Con Colcapirhua, los límites están en proceso de conciliación, por lo que hasta el 22 del presente mes, tienen para presentar toda la documentación que consideren para esclarecer los límites. La zona de Aptote, al oeste de Tiquipaya, es una zona de conflicto con el municipio de Quillacollo, y, en caso de que se cree la secta sección municipal que correspondería a la zona de El Paso, el conflicto se ampliaría con el nuevo municipio.
Entre tanto, Colcapirhua, mantiene conflictos con el municpio de Cercado en la zona de la laguna Coña Coña, donde el municipio vecino pretendía construir una planta de tratameinto de aguas servidas, lo que provocó la ira de los pobladores, tanto de Colcapirhua como de Cercado. Por otro lado, entre Colcapirhua y Quillacollo existe un diferendo limítrofe por algunas zonas del ala oeste del municipio. Están en proceso de consenso y se espera que el año 2012 se soluciones el conflicto, en la Unidad de Límites de la gobernación.
Sipe Sipe también tiene líos por límites con sus vecinos. Vinto y Parotani están en proceso de conciliación, pero no se ha conocido avances concretos. Los pobladores de la zona se han quejado de constantes intentos de toma de terrenos, tanto privados como públicos (de la alcaldía o el estado), que no tienen solución por la falta de jurisdicción territorial. Los límites territoriales en la provincia y el departamento son un constante dolor de cabeza no sólo para las actuales autoridades, sino que es un problema que se arrastra desde hace más de 25 años, en algunos casos.
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