Yapacaní: un punto de inflexión
HUMOR EN BOCA DE JARRO
Lo sucedido en Yapacaní no debe quedar en laimpunidad; alcalde y
policía se van y llegan losfiscales para la investigación de los hechos.
Pareceque fuera una formalidad arraigada entrenosotros. La lucha por el control
del poder municipalcobró –otra vez– tres muertos y heridos enun enfrentamiento
entre los policías y los vecinosde Yapacaní. Mientras los familiares lloran
porla partida de sus seres queridos,los políticos de uno y otrobando, afilan
sus mejores armaspara acusarse mutuamente ybuscan “chivos expiatorios”.
Los problemas internos en elmunicipio de Yapacaní son dedata
antigua; el año pasado, lacarretera Cochabamba – SantaCruz fue bloqueada por
varios días, pidiendo larenuncia del alcalde, por actos de corrupción ensu
administración. El alcalde depuesto por la presiónde los vecinos, volvió muy
orondo al cargomerced a un amparo constitucional. De acuerdoa la prensa, el
titular de la comuna entró al municipiode Yapacaní apoyado y respaldado por
lapolicía.
La intervención policial –otra vez– trajo llanto y dolor
enYapacaní con un saldo lamentablede muertos y heridos. Después,el alcalde
presentó larenuncia al cargo y el replieguede los policías y finalmente
entraron en acciónlos fiscales para la investigación de los hechos.
Si el gobierno hubiera ejercido autoridad enYapacaní, como en
cualquier parte del territorio,los hechos no llegarían acompañados por muertosy
heridos, producto del enfrentamiento de policíasy vecinos. La intransigencia y
la falta demediación oportuna en la política traen consecuenciasfunestas para
las partes involucradas.
Los actos u omisiones de los servidores públicosno se ajustan
necesariamente a las reglas dela convivencia política, cuando en medio
existenposiciones radicales encubiertas por niveles delgobierno nacional. En un
estado democrático dederecho, todo servidor público electo puede serrevocado de
su mandato, de acuerdo a las reglasestablecidas por la Constitución y la Ley
del RégimenElectoral.
Se acordaron muy tarde para invocar dichasalida democrática,
cuando la autoridad municipalperdió confianza política de una parte de
lapoblación. El Comité Interinstitucional de Yapacaníno tiene facultad legal
para destituir a ningúnservidor público, sinobuscar soluciones con las
reglasestablecidas por la Constitucióny las leyes.
Tanto en períodos de dictaduracomo en democracia, nocesan los
desaciertos y errorespolíticos que generan dolor yllanto en las familias. En la
matanzade Tolata, por ejemplo, en la época del extintoHugo Banzer Suárez, los
militares nuncadispararon contra los campesinos, sino al airepara asustarlos.
Un periódico del Perú de aquella época escribióuna nota curiosa,
con el título:”Campesinosvoladores murieron en Cochabamba”.
En Yapacaní, los hechos son bastante elocuentes;policías y vecinos
se enfrentaron,en medio de una crisismunicipal originada por militantesdel
Movimiento al Socialismo(MAS). El saldo de tal episodionos duele a todos.
Se formaran comisiones legislativas y “profundasinvestigaciones”
para el esclarecimientode los hechos, pero la ciudadanía es escéptica ytiene
serias dudas de la honestidad de los actorespolíticos, sean oficialistas u
opositores.En todo caso, el gobierno tenía la oportunidadde evitar más muertos
y heridos en Yapacaní, peroallí prevalieron “los intereses políticos” de
losbandos en pugna.
Lo demás parece un cuentopara incautos e ingenuos que tardarán dar
cuentacon el correr del tiempo, pero ya será tarde paraconservar la confianza y
credibilidad políticas.Lo de Caranavi, Yapacaní y otros nos duele atodos,
porque al final nadie compensa la muertede las personas.
Mirador político
Pareciera
unamaldición ,una vez másel 11 de enerose vuelve trágicopara Bolivia,en
estecaso los hechosdolorosos sucedieron en Yapacani;así como el 11 de enero
de2007, en Cochabamba. Sin lugara dudas es el gobiernonacional,que a través
desu aparato jurídico,ha generadolascondiciones paraque se produzcaeste
enfrentamientoy peleaentre hermanosyapaqueneños.
Las
declaracionesdel ministrode lapresidencia, Wilfredo Chávez enlas cuales, afirma
que el gobiernonada tiene que ver con lo sucedidoen Yapacaní, y que el
Congresono tiene competencias parainvestigar lo sucedido; son declaracionesque
suenan a burla, comosi los bolivianos no estuviésemosal tanto de las
irregularidades quese vienen cometiendo en el país.
El
gobierno del MAS, ha venidogenerando e incentivandorencores, disputas,
discriminacióny peleas entre los diversos sectoressociales que convivimos en
Bolivia;con el pretexto de la descolonización.Sin embargo, vemosque, también
entre ellos, los masistas,se pelean; ya sea por elcopamiento de los espacios
depoder o por el manejo de los recursoseconómicos públicos. Losniveles de
corrupción públicaestán llegando a sus niveles máselevados.
El
proceso de cambio, que Boliviainició, con la expulsión deGonzalo Sánchez de
Lozada y laasunción al poder de un indígenaoriginario, es un proceso
irreversible,en el cuallas mujeres estánjugando un rolfundamental y
revolucionario.Estose refleja con laposesión de CristinaMamani,como
presidentadel Consejo de laMagistratura; o elanunciado nombramientode la
senadoraMarcelaMontaño, comopresidenta de la Cámara de Senadoresdel Estado
Plurinacional.La firme presencia de las mujeresy de las juventudes, le dan, tal
vez,la única luz de esperanza de que elproceso de cambio emprendido,puede tener
un buen final.
En
Quillacollo, la expectativapor la posesión del nuevo alcalde,se está
traduciendo en ansiedad.Hay voces, que señalan que,“Charles Becerra ya ha
efectuadosu alianza con el MAS, al menoscon un sector de este partido
político”.Otras voces, transmiten laincertidumbre de la población,“¿será que le
permitan posesionarseen el cargo?” es la pregunta que se hacen algunos.
Baldosas de la
galería
Orlando
Caballero M.
Es
así como llamamos los quillacolleños,al piso del zaguán enla puerta principal a
la alcaldía yque es muy trajinada por todos losque vivimos en esta ciudad y
tambiénpor las personas que nos visitan.
Lamentablemente
estas baldosasno siempre tienen buen aspecto, muchos se preguntan elpor qué no
se cambia este piso porotro más actual y que dé mejor aspectoa este lugar tan
céntrico yconcurrido. Sin que pierdan sucolor natural La verdad, muchosde los
antiguos ciudadanos, sabemosque estas baldosas son partede nuestra historia,
pues las mismasdatan desde la fundación de laprovincia de Quillacollo. Entoncesse
pensó en conservarlas, aunquelas mismas no den necesariamenteun buen atractivo
a nuestra ciudad,pues como no se las conserva adecuadamente,dan la apariencia
deun piso descuidado, que deberíacambiársela por otro piso másatractivo y
actual, y en especial sepiensa que es dejadez de las autoridadesde la Alcaldía,
no cuidar deeste piso como por ejemplo:
Acomodarlas
adecuadamente,barnizarlas sin que pierdansu color natural; en otras
palabras“maquillarlas continuamente”,para darles un mejor aspecto yluego, acomodar
una plaqueta visibleque en su leyenda informesobre la antigüedad de estas
losas;para que las personas que pasanpor este lugar y en especial las
visitas,no piensen que estas baldosasson otra más de las tantas
improvisacionesmunicipales y que losquillacolleños somos tan descuidados,que no
nos preocupamos de labuena imagen de nuestra ciudad.
Por
otra parte y por último, “elkiosco”, si se le puede llamar así,de venta de
periódicos y revista, enun extremo de la galería, ha convertidoel paso de los
transeúntes,“en cuello de botella”, dificultandoel paso de los mismos. Que
paraesto se sugiere, que como antes, selo repliegue hacia la pared al
lugaranterior de siempre, como venta deperiódicos y revistas, donde noocupara
sino el espacio necesario,respetando el sitio de este negocio,como siempre lo
fue.
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