17 de enero de 2012

EDITORIAL


Yapacaní: un punto de inflexión
HUMOR EN BOCA DE JARRO
Lo sucedido en Yapacaní no debe quedar en laimpunidad; alcalde y policía se van y llegan losfiscales para la investigación de los hechos. Pareceque fuera una formalidad arraigada entrenosotros. La lucha por el control del poder municipalcobró –otra vez– tres muertos y heridos enun enfrentamiento entre los policías y los vecinosde Yapacaní. Mientras los familiares lloran porla partida de sus seres queridos,los políticos de uno y otrobando, afilan sus mejores armaspara acusarse mutuamente ybuscan “chivos expiatorios”.

Los problemas internos en elmunicipio de Yapacaní son dedata antigua; el año pasado, lacarretera Cochabamba – SantaCruz fue bloqueada por varios días, pidiendo larenuncia del alcalde, por actos de corrupción ensu administración. El alcalde depuesto por la presiónde los vecinos, volvió muy orondo al cargomerced a un amparo constitucional. De acuerdoa la prensa, el titular de la comuna entró al municipiode Yapacaní apoyado y respaldado por lapolicía.

La intervención policial –otra vez– trajo llanto y dolor enYapacaní con un saldo lamentablede muertos y heridos. Después,el alcalde presentó larenuncia al cargo y el replieguede los policías y finalmente entraron en acciónlos fiscales para la investigación de los hechos.

Si el gobierno hubiera ejercido autoridad enYapacaní, como en cualquier parte del territorio,los hechos no llegarían acompañados por muertosy heridos, producto del enfrentamiento de policíasy vecinos. La intransigencia y la falta demediación oportuna en la política traen consecuenciasfunestas para las partes involucradas.

Los actos u omisiones de los servidores públicosno se ajustan necesariamente a las reglas dela convivencia política, cuando en medio existenposiciones radicales encubiertas por niveles delgobierno nacional. En un estado democrático dederecho, todo servidor público electo puede serrevocado de su mandato, de acuerdo a las reglasestablecidas por la Constitución y la Ley del RégimenElectoral.

Se acordaron muy tarde para invocar dichasalida democrática, cuando la autoridad municipalperdió confianza política de una parte de lapoblación. El Comité Interinstitucional de Yapacaníno tiene facultad legal para destituir a ningúnservidor público, sinobuscar soluciones con las reglasestablecidas por la Constitucióny las leyes.

Tanto en períodos de dictaduracomo en democracia, nocesan los desaciertos y errorespolíticos que generan dolor yllanto en las familias. En la matanzade Tolata, por ejemplo, en la época del extintoHugo Banzer Suárez, los militares nuncadispararon contra los campesinos, sino al airepara asustarlos.

Un periódico del Perú de aquella época escribióuna nota curiosa, con el título:”Campesinosvoladores murieron en Cochabamba”.

En Yapacaní, los hechos son bastante elocuentes;policías y vecinos se enfrentaron,en medio de una crisismunicipal originada por militantesdel Movimiento al Socialismo(MAS). El saldo de tal episodionos duele a todos.

Se formaran comisiones legislativas y “profundasinvestigaciones” para el esclarecimientode los hechos, pero la ciudadanía es escéptica ytiene serias dudas de la honestidad de los actorespolíticos, sean oficialistas u opositores.En todo caso, el gobierno tenía la oportunidadde evitar más muertos y heridos en Yapacaní, peroallí prevalieron “los intereses políticos” de losbandos en pugna.

Lo demás parece un cuentopara incautos e ingenuos que tardarán dar cuentacon el correr del tiempo, pero ya será tarde paraconservar la confianza y credibilidad políticas.Lo de Caranavi, Yapacaní y otros nos duele atodos, porque al final nadie compensa la muertede las personas.




Mirador político

Pareciera unamaldición ,una vez másel 11 de enerose vuelve trágicopara Bolivia,en estecaso los hechosdolorosos sucedieron en Yapacani;así como el 11 de enero de2007, en Cochabamba. Sin lugara dudas es el gobiernonacional,que a través desu aparato jurídico,ha generadolascondiciones paraque se produzcaeste enfrentamientoy peleaentre hermanosyapaqueneños.

Las declaracionesdel ministrode lapresidencia, Wilfredo Chávez enlas cuales, afirma que el gobiernonada tiene que ver con lo sucedidoen Yapacaní, y que el Congresono tiene competencias parainvestigar lo sucedido; son declaracionesque suenan a burla, comosi los bolivianos no estuviésemosal tanto de las irregularidades quese vienen cometiendo en el país.

El gobierno del MAS, ha venidogenerando e incentivandorencores, disputas, discriminacióny peleas entre los diversos sectoressociales que convivimos en Bolivia;con el pretexto de la descolonización.Sin embargo, vemosque, también entre ellos, los masistas,se pelean; ya sea por elcopamiento de los espacios depoder o por el manejo de los recursoseconómicos públicos. Losniveles de corrupción públicaestán llegando a sus niveles máselevados.

El proceso de cambio, que Boliviainició, con la expulsión deGonzalo Sánchez de Lozada y laasunción al poder de un indígenaoriginario, es un proceso irreversible,en el cuallas mujeres estánjugando un rolfundamental y revolucionario.Estose refleja con laposesión de CristinaMamani,como presidentadel Consejo de laMagistratura; o elanunciado nombramientode la senadoraMarcelaMontaño, comopresidenta de la Cámara de Senadoresdel Estado Plurinacional.La firme presencia de las mujeresy de las juventudes, le dan, tal vez,la única luz de esperanza de que elproceso de cambio emprendido,puede tener un buen final.

En Quillacollo, la expectativapor la posesión del nuevo alcalde,se está traduciendo en ansiedad.Hay voces, que señalan que,“Charles Becerra ya ha efectuadosu alianza con el MAS, al menoscon un sector de este partido político”.Otras voces, transmiten laincertidumbre de la población,“¿será que le permitan posesionarseen el cargo?” es la pregunta que se hacen algunos.




Baldosas de la galería
Orlando Caballero M.

Es así como llamamos los quillacolleños,al piso del zaguán enla puerta principal a la alcaldía yque es muy trajinada por todos losque vivimos en esta ciudad y tambiénpor las personas que nos visitan.

Lamentablemente estas baldosasno siempre tienen buen aspecto, muchos se preguntan elpor qué no se cambia este piso porotro más actual y que dé mejor aspectoa este lugar tan céntrico yconcurrido. Sin que pierdan sucolor natural La verdad, muchosde los antiguos ciudadanos, sabemosque estas baldosas son partede nuestra historia, pues las mismasdatan desde la fundación de laprovincia de Quillacollo. Entoncesse pensó en conservarlas, aunquelas mismas no den necesariamenteun buen atractivo a nuestra ciudad,pues como no se las conserva adecuadamente,dan la apariencia deun piso descuidado, que deberíacambiársela por otro piso másatractivo y actual, y en especial sepiensa que es dejadez de las autoridadesde la Alcaldía, no cuidar deeste piso como por ejemplo:

Acomodarlas adecuadamente,barnizarlas sin que pierdansu color natural; en otras palabras“maquillarlas continuamente”,para darles un mejor aspecto yluego, acomodar una plaqueta visibleque en su leyenda informesobre la antigüedad de estas losas;para que las personas que pasanpor este lugar y en especial las visitas,no piensen que estas baldosasson otra más de las tantas improvisacionesmunicipales y que losquillacolleños somos tan descuidados,que no nos preocupamos de labuena imagen de nuestra ciudad.

Por otra parte y por último, “elkiosco”, si se le puede llamar así,de venta de periódicos y revista, enun extremo de la galería, ha convertidoel paso de los transeúntes,“en cuello de botella”, dificultandoel paso de los mismos. Que paraesto se sugiere, que como antes, selo repliegue hacia la pared al lugaranterior de siempre, como venta deperiódicos y revistas, donde noocupara sino el espacio necesario,respetando el sitio de este negocio,como siempre lo fue.

En todo caso el kiosco encuestión tampoco da buen aspectoe incomoda la circulación de los transeúntes, por su tamaño exageradopara tan poco espacio que portal motivo, es necesario cambiarlo por otro mueble más pequeño, quese ajuste a la actividad de venta informativaa que está destinada.Esperamos el buen criterio delos encargados, cuidando la imagende este lugar tan importante.

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